Caso de éxito

Pueblos Mágicos del Valle del Cauca

¡Recorrimos cuatro municipios del Valle del Cauca para conocer sus historias, sus personajes más representativos y todos aquellos detalles que los hacen encantadores!
Aquí te contamos cómo acompañamos a la Secretaría de Turismo del departamento a contar la belleza de sus pueblos mágicos.

¡Colombia está llena de maravillas por conocer! Historias fantásticas, lugares increíbles, personajes memorables y más podemos encontrar en cada rincón del país. Sí, sabemos que no todos los territorios tienen vocación turística, ¡pero estamos seguros de su potencial!

El programa Pueblos Mágicos del Valle del Cauca busca revitalizar y fortalecer algunos municipios del departamento a partir de sus tradiciones, sus emblemas y sus legados. Aunque el programa ya se implantó en algunos pueblos, el reto principal es hacer que las personas se apropien de sus historias y entiendan todo lo que tienen para ofrecerle al mundo. 

El turismo se ha convertido en un gran motor de progreso para el país y potenciarlo, aunque no es tarea fácil, es posible a través de las historias, ¡y contarlas es lo que mejor hacemos en Duende!

¿Cómo enamoramos de un pueblo a visitantes y locales? 

Cuando conocemos lo que nos hace únicos, solo nos falta encontrar la herramienta ideal para compartirlo con el mundo. Los Pueblos Mágicos del Valle del Cauca tienen particularidades inigualables que enamoran a cualquiera que los conozca.

Nuestra misión fue recorrer Roldanillo, Sevilla, Calima El Darién y Ginebra para hablar con sus habitantes, conocer los lugares emblemáticos y desentrañar esas historias que han hecho parte de la tradición oral de cada pueblo y que componen una riqueza única para cada uno de ellos. 

A partir de toda la información que recopilamos, el siguiente paso fue crear una gran estrategia basada en storytelling para enamorar de cada municipio a todas las personas que los recorran, a sus habitantes y, por supuesto, a sus visitantes. 

Hablemos del trabajo de campo

Antes de recorrer cada municipio hicimos una investigación previa para conocer cuáles eran los lugares y las historias en las que debíamos profundizar. Luego nos reunimos con la Secretaría de Turismo, los arquitectos y los creadores de las esculturas de luz que adornan algunos pueblos. Cada encuentro nos sirvió para delimitar nuestros recorridos y conocer los pormenores de cada municipio, así como todo el proceso de los Pueblos Mágicos del Valle, desde su convocatoria hasta su puesta en marcha.

Después de toda esta información nos lanzamos al ruedo. Recorrimos las carreteras del Valle hasta llegar a cada uno de nuestros destinos: primero Roldanillo, luego Sevilla, después Calima El Darién y, por último, Ginebra. 

En cada uno conversamos con conocedores de la cultura de su pueblo, con personas mayores que conservaban en su memoria las increíbles anécdotas que hacen parte de la tradición oral de su territorio. Hablamos con mujeres y hombres que cargan la tradición de la gastronomía propia de cada lugar, con los jóvenes y sus nuevas miradas, con los profesores y los artistas, los estudiosos y los enamorados de su tierra. 

Día tras día nos encontrábamos con personas que nutrían nuestro relato y que nos ayudaban, paso a paso, a construir la mejor versión de cada historia que surgía. 

¿Y qué siguió después? Papel, lápiz, grabadora… ¡y a escribir!

Decenas de apuntes, horas de grabación y mil recuerdos fueron el insumo principal para lo que venía después: la materialización de la narrativa de los Pueblos Mágicos del Valle del Cauca a través de guiones, librillos y pódcast.

En formato guion plasmamos los recorridos recomendados en cada municipio, con todos los detalles que ameritaban, con las pausas y con los datos curiosos que nutrirían el camino. A partir de allí, creamos los librillos coleccionables con historias de cada pueblo y una lista de lugares imperdibles con las respectivas razones de por qué sí o sí hay que visitarlos. 

En el pódcast nos valimos de los sonidos propios de la región para transportar a los oyentes a cada pueblo mágico, guiarlos por un recorrido en los que casi se sintiera el sabor del manjar blanco y del sancocho de gallina, en los que se viera la niebla de la mañana y el sol del mediodía, las palomas en el parque y las guitarras…

Después de tener cada uno de los productos, pasamos a una etapa en la que participaron todos los equipos de Duende: Editorial, Diseño, Audiovisual y Calidad. Pulimos detalles, compartimos con la Secretaría de Turismo y ajustamos cada contenido hasta lograr su mejor versión. 

¡Llegó el momento de construir historias y compartir las narrativas!

No solo nos encargamos de escribir los guiones que usarían las personas para hacer recorridos guiados por sus pueblos, ¡también los compartimos en cada municipio! Durante tres días estuvimos en Roldanillo, Sevilla, Calima El Darién y Ginebra para compartir el poder de la comunicación y de las historias junto a guías y operadores turísticos, empresarios y otros miembros de la comunidad.

Juntos aprendimos sobre storytelling o el arte de contar historias, hablamos de las narrativas como un producto en construcción constante, compartimos los relatos más emblemáticos de cada municipio, conocimos cómo relacionarnos mejor con los públicos y la importancia del lenguaje corporal, vimos técnicas para cazar y contar historias y, por último, nos fuimos a recorrer el pueblo con guion en mano. 

En los recorridos nutrimos las rutas, conocimos otros caminos y también agregamos particularidades y relatos para afinar cada detalle de los tours. En definitiva, logramos que la magia de cada pueblo quedara plasmada en las palabras que compartimos, las historias que contamos y las mentes y corazones de cada persona que nos acompañó a recorrer su pueblo con nuevos ojos. 

Con la satisfacción de un gran trabajo logrado, partimos de los municipios después de entregarles una guía para contarse mejor, para enamorar a quien escuche la historia de su pueblo y para lograr que muchas más personas los quieran visitar.

Roldanillo, museo a cielo abierto; Sevilla, un café en el cielo; Calima El Darién, mágico y ancestral; y Ginebra, jardín botánico musical te están esperando para que descubras por qué han sido merecedores de su designación como Pueblos Mágicos del Valle.